domingo, 26 de febrero de 2012

Planear la siembra


La siembra de hortalizas es tan antigua, que la escogencia de maneras de sembrar puede resultar abrumadora para quien es nuevo en el quehacer y no tiene tradición hortelana desde el hogar.
En casa, la lidera la abuela, que habiendo venido de la ciudad al campo hace casi cuarenta años, tuvo que aprender de cero, por acierto y error al poner en práctica los muchísimos métodos de los libros y consejos de los vecinos. Su enfoque es práctico. De toda la información a la que logra acceso, selecciona lo que la experiencia y el sentido común le dicta como más idónea. Como estamos en la era de la información, siempre anda muy entretenida.
La huerta en casa es un campo de experimentación perenne. En cuanto a la siembra de las hortalizas, para efectos de panificación y entendimiento las clasificamos tradicionalmente en tipos: hortalizas de hojas, de raíz, de frutos. Esta primera clasificación nos permite ubicarlas dentro del huerto de acuerdo al tamaño, es importante tener en cuenta el recorrido del Sol y las sombras durante el día y la manera como inciden en las diferentes ubicaciones, hay que garantizarles la mejor luz posible a cada variedad de plantas.
Las hortalizas de fruto, muchas son plantas de cierta altura, lo que implica que proyectan una sombra larga, (Los tomates, pimentones, berenjenas, colecitas de Bruselas) debemos determinar claramente las horas efectivas de sol en toda el área de la huerta. Así procuraremos ubicar las plantas que crecerán más, de manera que no quiten tanto sol a las demás, lo mismo va para las que necesitan soportes o espalderas, como algunos guisantes por ejemplo.
Están también las que crecen y fructifican cerca del suelo: pepinos, calabacines, calabacitas, también necesitan bastante luz y aireación.
Las hortalizas de hoja, suelen ser plantas de mediana altura y gustan de bastante sol, (lechugas, coles, céleri, acelgas, espinacas, cebollinos, cebollas, ajos)
Las hortalizas de raíz que se siembran en la huerta suelen ser las zanahorias, remolachas, rabanitos, nabos, algunas variedades de papas.
Cuando en casa programamos la siembra de la huerta, nos aseguramos de cubrir primero las necesidades básicas de la cocina, es decir lo que compraríamos cada semana en el mercado. Es muy fácil abarrotar los canteros con todo lo que germina en los semilleros, hemos aprendido a ser cautos; con dos variedades de tomate es suficiente al comienzo. La variedad es tan grande que pronto estaríamos escasos de espacio. Conviene diseñar un calendario de siembra por variedad, siempre queremos tener los pepinos a punto, de manera que se siembran pocas semillas cada tres semanas.
Hay que  investigar y estudiar lo más prolijamente posible cada variedad de planta que pensemos sembrar, conviene conocer las hortalizas por familia, pues tienen tiempos, requerimientos y debilidades parecidas en muchos casos.

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