La siembra de hortalizas es tan antigua, que la escogencia
de maneras de sembrar puede resultar abrumadora para quien es nuevo en el
quehacer y no tiene tradición hortelana desde el hogar.
En casa, la lidera la abuela, que habiendo venido de la
ciudad al campo hace casi cuarenta años, tuvo que aprender de cero, por acierto
y error al poner en práctica los muchísimos métodos de los libros y consejos de
los vecinos. Su enfoque es práctico. De toda la información a la que logra
acceso, selecciona lo que la experiencia y el sentido común le dicta como más
idónea. Como estamos en la era de la información, siempre anda muy entretenida.
La huerta en casa es un campo de experimentación perenne. En
cuanto a la siembra de las hortalizas, para efectos de panificación y
entendimiento las clasificamos tradicionalmente en tipos: hortalizas de hojas,
de raíz, de frutos. Esta primera clasificación nos permite ubicarlas dentro del
huerto de acuerdo al tamaño, es importante tener en cuenta el recorrido del Sol
y las sombras durante el día y la manera como inciden en las diferentes
ubicaciones, hay que garantizarles la mejor luz posible a cada variedad de
plantas.
Las hortalizas de fruto, muchas son plantas de cierta
altura, lo que implica que proyectan una sombra larga, (Los tomates,
pimentones, berenjenas, colecitas de Bruselas) debemos determinar claramente
las horas efectivas de sol en toda el área de la huerta. Así procuraremos
ubicar las plantas que crecerán más, de manera que no quiten tanto sol a las
demás, lo mismo va para las que necesitan soportes o espalderas, como algunos
guisantes por ejemplo.
Están también las que crecen y fructifican cerca del suelo:
pepinos, calabacines, calabacitas, también necesitan bastante luz y aireación.
Las hortalizas de hoja, suelen ser plantas de mediana altura
y gustan de bastante sol, (lechugas, coles, céleri, acelgas, espinacas,
cebollinos, cebollas, ajos)
Las hortalizas de raíz que se siembran en la huerta suelen
ser las zanahorias, remolachas, rabanitos, nabos, algunas variedades de papas.
Cuando en casa programamos la siembra de la huerta, nos
aseguramos de cubrir primero las necesidades básicas de la cocina, es decir lo
que compraríamos cada semana en el mercado. Es muy fácil abarrotar los canteros
con todo lo que germina en los semilleros, hemos aprendido a ser cautos; con
dos variedades de tomate es suficiente al comienzo. La variedad es tan grande
que pronto estaríamos escasos de espacio. Conviene diseñar un calendario de
siembra por variedad, siempre queremos tener los pepinos a punto, de manera que
se siembran pocas semillas cada tres semanas.
Hay que investigar y
estudiar lo más prolijamente posible cada variedad de planta que pensemos
sembrar, conviene conocer las hortalizas por familia, pues tienen tiempos, requerimientos
y debilidades parecidas en muchos casos.